domingo, 13 de abril de 2008

El encendido de la pipa

Encender de modo uniforme por toda la superficie, aspirando con frecuencia pero suavemente. Usar cerillas de madera o encendedores a gas. No utilizar cerillas de cera estropearían la pipa. Reencender, es necesario casi siempre, ya que el primer contacto con la llama alza el tabaco. En tal caso hace falta compactarlo, utilizando el atacador, nivelar la superficie del tabaco y volver a encender.

En resumen; aplique la llama a la superficie del tabaco; de aspiraciones profundas y, seguidamente, alise el tabaco que se encrespa, con el atacador. Repita la operación hasta que el encendido de la superficie del tabaco sea completo.


encender


el tabaco se encrespa


atacarlo


volver a encenderlo



la pipa está encendida

Si no se tiene práctica, la pipa se apagará continuamente. No hay que desesperar. Enciéndala las veces que sea necesario. Con el tiempo la operación se convertirá en una pura rutina.

Aunque sobre el número de veces que se debe apagar una pipa en el transcurso de una fumada hay vertidos verdaderos ríos de tinta, los maestros dicen que una pipa debería de apagarse, únicamente, tres veces.

El primer tiempo de la fumada, sin que se apague la pipa, ha de durar alrededor de tres cuartos de hora, dependiendo de la capacidad de su cazoleta; el segundo tiempo, una vez vuelto a prender el tabaco; aproximadamente un cuarto de hora, y el tercer, entre cinco y diez minutos. Se dice que cuando se consigue dicha secuencia, uno puede considerarse un experto fumador de pipa.

Según los expertos, el primer tiempo de encendido es solamente la preparación para la verdadera fumada, que es la que corresponde a los dos últimos tiempos. Hay quien asegura que lo mejor se le extrae a la pipa en el último tiempo.

Nunca cargue y encienda una pipa que esté aún caliente de una anterior fumada.

Si no se tiene práctica, la pipa se apagará continuamente. No hay que desesperar. Enciénda las veces que sea necesario. Con el tiempo la operación se convertirá en una pura rutina.

Aunque sobre el número de veces que se debe apagar una pipa en el transcurso de una fumada hay vertidos verdaderos ríos de tinta, los maestros dicen que una pipa debería de apagarse, únicamente, tres veces.

El primer tiempo de la fumada, sin que se apague la pipa, ha de durar alrededor de tres cuartos de hora, dependiendo de la capacidad de su cazoleta; el segundo tiempo, una vez vuelto a prender el tabaco; aproximadamente un cuarto de hora, y el tercer, entre cinco y diez minutos. Se dice que cuando se consigue dicha secuencia, uno puede considerarse un experto fumador de pipa.

Según los expertos, el primer tiempo de encendido es solamente la preparación para la verdadera fumada, que es la que corresponde a los dos últimos tiempos. Hay quien asegura que lo mejor se le extrae a la pipa en el último tiempo.

Nunca cargue y encienda una pipa que esté aún caliente de una anterior fumada.

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