Y a aquél que interrumpiera
que al humo con su voz cortara,
a aquél que al callado fumador
molestar osara,
prohíbale Dios hablar, yantar y ...
Pues en aquesta nuestra injusta vida
pocos momentos de placer el hermano halla
tan pocos, tan pequeños,
que a aquél que de una pipa se mofara
más valdría que buscara
entre los placeres terrenales uno
con el que con regocijo apreciara
Dejad a la pipa ser en paz fumada
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